domingo, 18 de marzo de 2012

El trío



Ésta fue la mejor semana del trimestre pero emocionalmente la más confusa  por muchas razones y circunstancias que trataré de explicar.

Lauro me invitó a La Frontera el jueves. Me sentí incómodo y nervioso, pero acepté. Lo hice sin pensar para salir de esa situación. Para mi buena o mala suerte, el martes lo encontré cerca de la biblioteca. Me explicó que la visita a La Frontera era para olvidar los problemas y el rompimiento de su relación con Dayan. Me alegré al saber que ella no nos acompañaría. Me tranquilicé porque solo íbamos a ser Lauro y yo. La situación era perfecta para saber qué sentimiento había despertado Lauro en mí. Emocionado esperaba que llegara jueves. Sin contar este suceso mi día transcurrió tranquilo.

El miércoles recibí una llamada muy temprano de Dayan. Quería que nos viéramos para hablar, a lo que contesté que no podía. Ella insistió que era algo importante para los dos. Me quedé tieso. No sabía qué decir y tuve que aceptar porque me dejó intrigado. ¿Que podría ser tan importante que nos involucrara a los dos? Nos quedamos de ver a las tres de la tarde en donde nos conocimos por primera vez. Después de la llamada me dirigí a la UAM-Azcapotzalco para mis clases.

Llegó la hora tan esperada para mi cita con Dayan. Mientras me acercaba al lugar la vi a lo lejos con una rosa en la mano. Me acerqué muy lentamente con miedo hacia ella. Tuve ganas de salir huyendo pero ella no se lo merecía. La saludé como siempre. No pude decir ni dos palabras cuando me robó un beso. Era lo que siempre había querido y soñado, pero ahora no sé por qué pero no significaba nada. Lo peor fue cuando me pidió ser su novio, dándome la rosa, tuve que decirle que no porque ella era mi mejor amiga y que no la podía ver como algo más. Trataba de explicarme que lo de Lauro había sido un error, que solo fue atracción física. Yo le dije que sentía algo por otra persona, que además vería el jueves. Se quedó callada y no tuve otra opción que salir corriendo. Traté de sentirme mal pero no pude. Mí encuentro con Lauro me tenía emocionado.

domingo, 11 de marzo de 2012

¿Què amistad?



Está muy cerca el fin del trimestre. Todo va bien en lo académico. Los lazos de amistad con algunos compañeros van mejorando conforme pasan los días. Por muchas situaciones nos hemos estando uniendo. Aunque somos muy diferentes hay algo en nuestras personalidades que nos hace compatibles.

Por otro lado està Dayan con su novio Lauro. Él hace un esfuerzo para llevarse bien conmigo. La diferencia es que ahora que lo conozco, ya no me cae tan mal. No es mala persona. Se puede decir que me agrada hasta el momento. Tengo que reconocer que es guapo, o al menos tiene lo que a las mujeres les gusta.

Mi amistad con Dayan va muy bien. Ahora que la conozco más, es una persona impulsiva, porque habla sin reflexionar; arrebatada, porque se precipita en sus comentarios; enérgica, porque tiene tiempo para todos sus amigos; distraída, porque piensa que sus amigos deben tener tiempo para ella y, màs que nada, es mandona porque las cosas se deben hacer como ella dice. Todos estos son sus defectos, que son pocos en comparación con sus virtudes.

¿Estoy enamorado de Dayan? Me lo pregunto porque solo la puedo ver como mi mejor amiga. Todo hubiera sido más fácil si no hubiera estado Lauro. Creo que Dayan no es la pareja que busco. Estoy seguro de que ella ya no es quien me gusta.

Después de conocer al chavo de La Frontera he comenzado a reflexionar acerca de lo que quiero. Ya no siento nervios cuando estoy junto a una chica linda. Antes, Dayan me hacía decir tonterías y ya no logra hacerlo. Me gusta platicar con ella pero ya he dejado de ver sus labios e imaginarlos junto a los míos.

Hay alguien nuevo en mi radar. Estoy seguro de que puede ser muy bueno para mí. Es mucho más grande que yo, casi duplica mi edad, pero eso no me importa. Es la persona más inteligente que conozco y eso es lo mejor que alguien puede ser. Quisiera poder decírselo pero sé que dirá que no. Está casado y, además, parece que ama a su pareja. Tendré que conformarme con verlo entre semana y si es necesario saltarme algunas clases de Redacción Universitaria, me las saltarè.

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martes, 6 de marzo de 2012

La Frontera


El miércoles  mi amigo el Panda organizaba una visita a La Frontera. Para él es un lugar de diversión, donde los problemas de la escuela terminan mágicamente. La cordial invitación fue para Diego, Nohemí , sus dos amigas y tambien para mi. Todos confirmamos la invitación el mismo día. Solo quedaba esperar que fuera viernes.
 

Nuestras obligaciones en la universidad habían terminado. Todo estaba listo para unas buenas chelas. Nos encontrábamos en el punto de reunión acordado. Para nuestra sorpresa el organizador de la visita a La Frontera no llegaba. Era como celebrar un cumpleaños sin el festejado. Después de media hora de espera decidimos ir sin él. Ya habíamos desperdiciado mucho tiempo.
 
Yo,  inocentemente imaginaba que el bar de La Frontera era un lugar amplio, con aire acondicionado, baños decentes y suficiente personal.
Llegamos en menos de cinco minutos. Al parecer, yo era el único del grupo que nunca había estado en La Frontera.


Era una casa azul de dos pisos:la planta baja y el primer piso estaban adaptados para funcionar como bar. En la planta baja venden garnachas y cerveza en pequeñas periqueras. Esta parte tiene más ventilación pero cuando se llena es lo mismo que el primer piso.
Al subir las escaleras me encontre en un caos total y eso que era la una de la tarde. La temperatura del cuerpo empezaba a subir por lo pequeño del lugar. Para nuestra suerte solo había espacio en el fondo pero cero ventilación.
Nos que dabamos en el pequeño espacio y mucho antes de llegar empiezaron con la idea de que ya habia que cooperar para las cervezas porque el calor era demasiado y la sed aumentaba. Bailar era imposible pero no faltó el valiente que lo intentó. Nuestro grupo se caracterizaba en seguida por los fondos que las amigas de Nohemí pedian y obligaban a tomar. Las cervezas se consumieron como si el calor de nuestros cuerpos las evaporaran.
No me quise ir porque sentí algo por un chico muy guapo. No soy gay pero tengo que admitir que era bello como él solo.