Percepción de la vida

12 de Febrero del 2012

Querido diario:

Esta semana estuvo muy bien. Sigo platicando y acompañando a Dayan. Es especial y ahora  lo sé por todo el tiempo que me dedico a ella. He vuelto a creer en una vida color de rosa, pero tengo bien definido que solo es mi amiga y es lo  que necesito en estos días.  

Se acerca el 14 de febrero y trataré de regalarle algo hermoso que quite importancia a lo que Lauro le dé. Tengo una revolución de sentimientos que es nueva en mí, y sinceramente no sé cómo controlarla. Creo que solo se compara con los sentimientos que tengo cuando toco el campo de fútbol americano que trataré de explicarte:

“Pasando la puerta de los vestidores se termina la realidad y se convierte en un mundo perfecto que solo dura dos horas. El olor del pasto mojado llega a mí. Las emociones de competencia me invaden. Me encuentro en mi santuario, en el único lugar donde no existen los problemas. Estoy en un momento de paz. El competir para ser parte del grupo es mi único pensamiento. Todos los músculos  de mi cuerpo se relajan. Es algo mágico. Creo que  estoy en paz conmigo. Los nervios me consumen pero en comparación con la paz que me da este lugar, solo son una sombra en mi camino. El estar parado aquí es una ganancia por mi pasado de  drogas y alcohol.

Desde el primer día que me invitaron a este lugar, no he podido alejarme por mucho tiempo. Aquí me han enseñado principios, reglas que he adoptado y en las que creo fielmente. 

Es una  disciplina muy difícil, pero que alcanza un estilo de vida muy  hermoso. El trabajo es constante y hay que dar todo en el campo. La perseverancia es lo único que me mantiene aquí. Por ser un hombre mediano, tengo que trabajar más que los otros. 

La adrenalina me consume y hace que saque lo mejor de mí. Pareciera que soy el mejor, aunque no es así. El respeto hacia este lugar  me hace dar el mayor esfuerzo a cada minuto”.

Así me siento con Dayan. Ella es la que provoca esta revolución de sentimientos. Mi mayor cualidad es la paciencia y seguiré siendo su amigo hasta el momento en que llegue a explicar estos sentimientos. Seré solo su paño de lágrimas. Aunque la situación no me gusta, es lo único que puedo ser para ella por el momento.